SINIESTRA CRIMINALIDAD

Esta semana, las siniestras Manuela Carmena y Ada Colau, alcaldesas de la Villa de Madrid y de la ciudad de Barcelona, respectivamente, inauguraron una exposición relativa a la “resistencia de los madrileños” (Exposición “No pasarán. Madrid 1936. 16 días”), en los primeros meses de la Guerra Civil, planteándola como una “defensa de la democracia y una lucha por la legalidad”.

Carmena – ese oscuro personaje que jamás movió un dedo durante contra el franquismo – ha hecho del guerracivilismo una bandera, impulsando medidas conducentes a reinterpretar la historia y a ganar (mintiendo) una guerra que la izquierda provocó en 1934 y que no supo ganar, pese al apoyo del régimen comunista de Stalin y al aporte (en hombres) de las “Brigadas Internacionales”.

Enumeremos algunos ejemplos de cómo la alcaldesa podemita impulsa – ochenta años después – al antifranquismo:

  • El ayuntamiento de Madrid eliminó el monolito a los alféreces provisionales, quienes habían sido movilizados forzosamente, que habían sido enrolados como oficiales y que tuvieron poca trascendencia dada su inexperiencia bélica;MONUMENTOALFERECES


El monolito en recuerdo de los alféreces provisionales, que se encontraba junto al Casón del Buen Retiro desde 1960




  • Carmena autorizó la supresión de dos placas dedicadas a José Calvo Sotelo, en una muestra más de su analfabetismo patológico y de su siniestra visión de la historia, pues el político fue asesinado por la izquierda antes de que JOSÉ CALVO SOTELOcomenzase la guerra civil. Recordemos que en la madrugada del 13 de julio de 1936 fue detenido en su casa irregularmente por un grupo que incluía a miembros de las fuerzas de seguridad y durante el traslado resultó asesinado mediante un tiro a la cabeza. El autor de los disparos mortales fue Luis Cuenca Estevas, guardia de asalto y miembro de las milicias socialistas


José Calvo Sotelo




  • Asimismo, Carmena retiró la lápida conmemorativa del fusilamiento de ocho carmelitas en el cementerio de Carabanchel, basado en el odio hacia la religión católica y los católicos que tenían las fuerzas izquierdistas, a las que la nefasta alcaldesa reivindica. Los religiosos fueron fusilados el 18 de agosto de 1936 en la tapia del cementerio parroquial de San Sebastián mártir, conocido como Cementerio de Carabanchel Bajo, junto a la Ermita de Nuestra Señora de la Antigua. 8 CarmelitasLos carmelitas procedían del Convento de El Carmen de Onda, siendo detenidos por integrantes de los guardias de asalto e iniciaron un largo recorrido que terminó en Madrid. Llevados a un asilo de ancianos del Paseo de las Delicias,  permanecieron allí hasta la medianoche del 17 de agosto, cuando un grupo de milicianos irrumpió en la sala donde dormían y les ordenó vestirse de inmediato, dejando todo equipaje en su sitio. Los clérigos fueron beatificados en Tarragona el 13 de octubre de 2013 y eran: José Sánchez Rodríguez, de 18 años (fray Ángel María); Nicomedes Andrés Vecilla º(fray Bartolomé Fanti María), Ángel Reguillón Lobato (fray Ángel María, fray Francisco María Pérez y Pérez, de 19 años; fray Adalberto María Vicente Muñoz, fray Silvano María Villanueva González y fray Aurelio María García Antón, de 20 años; más fray Daniel María García Antón, de 22 (estos dos hermanos)



  • Carmena cambió el nombre de la calle Comandante Zorita, a quien se honró por haber sido el primer aviador español en romper la barrera del sonido y no por ser militar franquista.


Manuela Carmena ha expresado que la "resistencia de la capital", en los primeros meses de la Guerra Civil fue una defensa de la democracia y una lucha "por la legalidad". "Madrid defendía la legalidad y eso es muy importante en esos momentos que se habla tanto de legalidad", ha afirmado Carmena, omitiendo que fueron las diversas agrupaciones o fuerzas de izquierda (socialistas, comunistas, anarquistas, etc.) quienes, en esos meses, controlaron cientos de checas en la capital, donde detuvieron ilegalmente, torturaron, violaron y asesinaron a miles de ciudadanos madrileños, una tercera parte menores de edad y a quienes se atribuía el “delito”, en muchos casos, de ir a “misa”, ser “monaguillos” o “profesar el culto católico”.

Carmena, como hemos dicho, estuvo acompañada por la alcaldesa Ada Colau quien expresó que “la batalla de Madrid fue épica, entre democracia y fascismo, libertad y autoritarismo", quien entregó a la alcaldesa de Madrid un cartel de la época que recaba “Diada Madrid. Ajudem-lo”, ", protagonizado por una mujer y un niño, y aviones de combates en el trasfondo de la imagen.

Para Colau – dirigente de la Plataforma contra desahucios pese a no tener jamás una hipoteca  y apoyo político de la kale borroka separatista protagonizada por los CDR - el recuerdo de la batalla de Madrid es "una cuestión de justicia y memoria con los abuelos y abuelas, con los padres y madres que lucharon por la democracia y contra el fascismo". Quizás la siniestra Colau debería recordar lo que la historia nos enseña y los crímenes que la izquierda cometió durante los años previos al 18 de julio de 1936 y, luego, en los territorios bajo su control. Por ejemplo, en Cataluña, y bajo las órdenes expresas o tácitas de Companys (Presidente de la Generalidad) fueron asesinadas más de 8.000 personas por sus ideas políticas o creencias religiosas, muchas de ellas sin juicio previo.

El terror de Companys, al que cita la regidora podemita, se cebó especialmente con los católicos: fueron asesinados 4 obispos, 1.536 sacerdotes (el 30% del clero catalán) y miles de seglares por el mero hecho por ser católicos. Incluso un sacerdote discapacitado fue ejecutado por el “hecho de saber latin” y el alcalde de Lérida, el catalanista Juan Rovira y Roure, fue fusilado el 27 de agosto de 1936 por haber organizado, en enero de 1936, una “Cabalgata de Reyes”. Por este motivo fue detenido y juzgado de forma irregular por un tribunal popular el 18 de Agosto de 1936. En este punto, y si no hablásemos de dos personajes sin ética política, sin principios constitucionales y sCarmena-Colauin credibilidad, lo cierto es que podrían haberse “documentado”, “instruido”, “asesorado” o la acción similar en que piense cada uno de nosotros, para simplemente NO MENTIR.

Ada Colau y Manuela Carmena sosteniendo un cartel catalán de "solidaridad" con Madrid.


Para la Oficina de Derechos Humanos y Memoria, a cargo de Mauricio Valiente, "La respuesta de los madrileños fue unánime. Hombres y mujeres de todas las edades se enfrentaron a los franquistas. Tras 16 días de duros combates, el pueblo ganó la batalla".

Carmena y Colau nunca hablarán de Paracuellos de Jarama, la mayor matanza de civiles, perpetrada en Europa en el siglo XX: civiles que habían cometido el “delito” de rezar o de ir a misa a militares que jamás habían tenido la ocasión de participar a la guerra, a monaguillos, a políticos o intelectuales desafectos con los partidos de izquierda, e incluso a opositores de izquierda en la lucha por el poder.

Carmena y Colau deberían haber hablado de los crímenes de Santiago Carrillo Solares, o de Manuel Muñoz Martínez, o de Segundo Serrano Poncela, o de Mihail Koltsov, o de Agapito García Atadell, o incluso de Andreu Nin, quien habría sido asesinado el 22 de junio mediante desollamiento por Aleksandr Orlov, responsable soviético en el traslado del denominado «Oro de Moscú» desde Madrid a la Unión Soviética, bajo las órdenes directas de Josef Stalin.

Carmena y Colau deberían hablar del asesinato, por parte de fuerzas izquierdistas, del hijo del General Moscardo, “héroe “(o “villano para otros) del Alcázar de Toledo.

Carmena y Colau deberían haber recordado la cobardía de Francisco Largo Caballero (PSOE), al huir de Madrid – ante el avance de las fuerzas nacionales – en noviembre de 1936.

Carmena y Colau deberían recordar cómo las fuerzas izquierdistas (socialistas, comunistas, integrantes de Izquierda Republicana, Unión Republicana, etc) entregaron armas a sus afiliados, simpatizantes y personajes afines; y cuando, por primera vez en la historia, pusieron como ministro de Justicia a un ex pistolero llamado Juan García Oliver.

Carmena y Colau deberían incorporar – a sus estudiadas “puestas en escena” – al menos un recuerdo a las víctimas de las checas; utilizadas en la zona republicana al margen de las leyes para detener, interrogar, torturar, juzgar de forma sumarísima y ejecutar a sospechosos de simpatizar con el bando nacional, o de “integrar una quinta columna” contra el gobierno de izquierdas.

Carmena y Colau deberían haber recordado que, sólo en Madrid capital, funcionaron más de 240 checas en los primeros meses de 1936 y que, en dichos centros de detención y tortura, fueron miles los madrileños asesinados por los izquierdistas.

O podrían haber recordado a los asesinados en el Cuartel de la Montaña, a las matanzas acontecidas en los trenes de Jaen, a las “sacas de presos” de Ventas, a las víctimas de la Carcel Modelo del 22 de agosto o a los ciudadanos fusilados en Boadilla del Monte.

Pero Carmena y Colau no recordarán jamás a las víctimas de las checas izquierdistas; ni a los fusilados de Paracuellos y Torrejón, ni a las monjas violadas y asesinadas durante el asalto a los conventos, ni la quema de iglesias, ni la profanación de lugares de culManual ruso torturato, ni el robo de las reservas de oro de España para su entrega a Stalin, ni el expolio cultural en museos y archivos controlados por los “republicanos”, ni los manuales de tortura que comunistas, socialistas, anarquistas o izquierdistas varios emplearon contra sus víctimas.

Ilustración del Manual ruso de torturas empleados en las checas


Carmena y Colau sólo avalan, respaldan, recuerdan, conmemoran, homenajean o defienden (entre otras acciones políticas) a los victimarios, a los verdugos y a todos aquellos que sirvan a sus intereses.

Esta siniestra criminalidad no debería dejar indiferente a ningún demócrata que defienda la vida y la libertad. Y de ello sólo tienen culpa las protagonistas de este artículo; sino, principalmente, el Partido Socialista Obrero Español (que ataca a Cristina Cifuentes por el “master-gate”) que sostiene a los “ayuntamientos del cambio” y los medios del duopolio audiovisual, entregados a la izquierda, a sus miserias y falsedades.

Como dijera Bertolt Brecht “Cuando la verdad sea demasiado débil para defenderse, tendrá que pasar al ataquey, gracias a siniestros personajes como Carmena y Colau, ya ha llegado la hora de pasar al ataque y defender la verdad.

 

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