Hoy hemos asistido al grotesco espectáculo protagonizado por Carlos Puigdemont, increíblemente aún “Presidente de la Generalidad de Cataluña, en el Parlamento de Cataluña.
En una nueva función consentida por el Estado Español, “el Fregonet o Vilela I de Catalabufonia”, propuso declarar la independencia para posteriormente suspenderla durante unas semanas con el fin de iniciar un “diálogo”. Dicha estrategia del golpismo catalán constituye un hábil intento de rebajar la tensión generada por el propio golpe de estado, golpe que ha generado anticuerpos en la sociedad civil, que ha reaccionado democráticamente en defensa de la unidad e integridad de España.
El golpista Puigdemont proclamó la “República Catalana” – aunque pretendiese revestirla de amor a los españoles – y como tal debe estar preso, naturalmente por orden del Poder Judicial que, junto a las fuerzas de seguridad del Estado y a las autoridades nacionales, deben ejercer sus funciones.
Puigdemont ha violado la Constitución y el propio Estatuto de Cataluña, del mismo modo en que un violador ha consumado un acceso carnal no consentido, y que ha profanado el cuerpo de una persona que no ha podido, o no ha querido, o no ha tenido el ánimo de prestar consentimiento para ese acto.
El violador es un delincuente que, por medio de sexo oral, penetración genital, coito vaginal o anal, ha ultrajado a una persona contra su voluntad, por medio de la fuerza, el alcohol, las drogas, la intimidación, la presión psíquica o la autoridad, ultrajando su integridad física y mental.
Y aunque el violador no haya logrado “consumar” su execrable acto, ello no quita el carácter de violación a su conducta. Dicho en otras palabras, para la culminación de este delito no se requiere la eyaculación del violador.
Volviendo a Cataluña, diremos que, para consumar un golpe de estado, no se requiere una declaración que luego se suspende, que se proclama o que se firma, el golpe de estado ya ha sido dado con la aprobación de leyes inconstitucionales y con la violación de expresos mandatos judiciales, y el desconocimiento del marco legal vigente.
Tras la bravuconada impotente de Puigdemont, y las miradas cabizbajas de ese exponente del ADN superior más próximo a Alain Delon que a un “español”, llamado Oriol Junqueras, le tocó el turno a la oposición, y a la diputada y líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas.
Arrimadas, se refirió (aunque sin valor) al GOLPE dado por Puigdemont, señalando que nadie en Europa ha reconocido los resultados del mal denominado “referéndum” y que Puigdemont y sus seguidores constituyen lo peor del nacionalismo, la antítesis del proyecto europeo.
Arrimadas, quien ha efectuado un discurso de tipo “político”, se ha mostrado partidaria de la realización de elecciones autonómicas, afirmando que "vamos a ganar cuando se pongan las urnas de verdad", pidiendo un proceso electoral transparente en el que no se pueda votar cuatro veces, para “recuperar una Cataluña nueva que supere treinta años de nacionalismo, donde las empresas quieran volver, sin corrupción, sin 3%, sin medios [de comunicación] que sólo escuchen a una parte”, afirmando que, si bien “hay que buscar el diálogo y el sentido común” primero hay que buscar la democracia".
Sin embargo, Arrimadas, quien ha hecho un buen discurso político denunciando el racismo, la xenofobia, el victimismo, la corrupción y el caos económico provocados por el golpismo catalán, ha mostrado reiteradamente sus pretensiones de ir a elecciones, cuanto antes, quizás porque cree que podrá convertirse en la futura Presidente de la Generalidad.
A renglón seguido, tomó la palabra, Miquel Iceta, el representante del Partido Socialista de Cataluña (PSC) quien ha señalado que “desde el punto de vista (del PSC), las instituciones catalanas se situaron fuera de la ley el 6 y el 7 de septiembre”, tras un proceso electoral sin garantías.
Iceta ha afirmado que “el 38,47% no es el pueblo de Cataluña. Con este apoyo no se puede hacer lo que querían hacer. No puede acabar su mandato permitiendo que una minoría, por muy importante y respetable que sea, se imponga a la mayoría". Y se ha referido a la independencia afirmando (y refiriéndose a Puigdemont) que "no porque usted lo suspenda desde la tribuna, sino porque no se han cumplido los supuestos de la Ley del referéndum y la Ley de Transitoriedad, no estamos ante lo que usted ha dicho".
El vocero socialista, del mismo modo en que lo señalase Inés Arrimadas, se ha referido al éxodo de empresas catalanas y ha deseado que las medidas adoptadas por sus consejos directivos sean temporales, remarcando que "hemos estado generando una incertidumbre y una inseguridad que no nos podemos permitir".
Por su parte, el presidente del Partido Popular en Catalunya, Xavier García Albiol, ha insistido en que el estado de derecho no va a permitir la independencia de Catalunya, “ni una declaración de presente, ni por etapas, ni en diferido”.
Albiol acusó a Puigdemont de llevar a cabo un golpe de estado, cerrando toda posibilidad al diálogo y ha expreado que. "La Cataluña olvidada por el nacionalismo ya no se calla".
Xavier García Albiol ha insistido en que el estado de derecho no va a permitir una Catalunya independiente, afirmando que el pensamiento único se ha acabado en Cataluña, ante un golpe de estado que pretende “derrocar al estado de derecho” mediante “un proceso pre revolucionario” y ha reconocido el trabajo de jueces y fiscales, en defensa de la ley.
Por su parte, la representante de la CUP, la fémina del desodorante, Anna Gabriel, ha mostrado su gran enfado con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, porque, a su juicio, cambió el plan para proclamar la Declaración de Independencia a última hora, afirmando que "no era este el pleno que quería la CUP… Nosotros no avalamos la suspensión de la declaración de independencia".
El líder de CSQP (Catalunya Sí Que es Pot, marca podemita), Lluís Rabell, ha pedido abrir un espacio de negociación a todas las partes: “Es hora de entender que la valentía que necesita nuestra sociedad es la valentía del diálogo”. “Valentía hoy quiere decir diálogo”, ha insistido Rabell, en consonancia con la estrategia de apoyo al golpe de estado que los dirigentes podemitas han desplegado en las últimas semanas; estrategia que pretende socavar las bases constitucionales de la Nación Española, en un plan orquestado por Iglesias junto con Junqueras y otros dirigentes, en una reunión “secreta” organizada por el empresario comunista millonario.
Expuesto todo lo anterior, y a la luz de lo visto, de las declaraciones y de los hechos, cabe realizar las siguientes conclusiones:
Vivimos horas decisivas. LOS GOLPISTAS HAN FIRMADO UN DOCUMENTO QUE DECLARA LA INDEPENDENCIA, SOLICITA RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL Y DESINTEGRA AL ESTADO ESPAÑOL
El futuro es incierto y peligroso.
Tenemos la peor partidocracia europea representada por una derecha cobarde, por una izquierda revolucionaria, antinacional y totalitaria, por partidos independentistas golpistas y proterroristas y por una falta absoluta de legalidad institucional.
Estamos asistiendo a la violación de un ¿im–potente?, que no por ello deja de ser violación.
Y el máximo problema es que quienes deben protegernos, y aplicar la ley, están ausentes.
Los hombres libres e iguales dudan mientras procuran comprender este galimatías golpista.
Sin embargo, los enemigos de la democracia jamás deberían subestimar la capacidad de reacción de los ciudadanos en defensa de sus derechos.
El pueblo español demostró dignidad en 1808 cuando sus dirigentes claudicaron frente al invasor francés; el pueblo español demostró dignidad y valor en 1934 tras el golpe de estado dado por las izquierdas contra el Estado republicano, y el pueblo español demostrará su dignidad ante este golpe de estado. Y entonces serán los violados los que tomen las riendas para castigar a su violador.
Y llegará la hora de la justicia para los traidores, para los cobardes y para todos los violadores de la legalidad.
Puigdemont (a la derecha) junto a Junqueras y a miembros del ejecutivo catalán
En una nueva función consentida por el Estado Español, “el Fregonet o Vilela I de Catalabufonia”, propuso declarar la independencia para posteriormente suspenderla durante unas semanas con el fin de iniciar un “diálogo”. Dicha estrategia del golpismo catalán constituye un hábil intento de rebajar la tensión generada por el propio golpe de estado, golpe que ha generado anticuerpos en la sociedad civil, que ha reaccionado democráticamente en defensa de la unidad e integridad de España.
El golpista Puigdemont proclamó la “República Catalana” – aunque pretendiese revestirla de amor a los españoles – y como tal debe estar preso, naturalmente por orden del Poder Judicial que, junto a las fuerzas de seguridad del Estado y a las autoridades nacionales, deben ejercer sus funciones.
Puigdemont ha violado la Constitución y el propio Estatuto de Cataluña, del mismo modo en que un violador ha consumado un acceso carnal no consentido, y que ha profanado el cuerpo de una persona que no ha podido, o no ha querido, o no ha tenido el ánimo de prestar consentimiento para ese acto.
El violador es un delincuente que, por medio de sexo oral, penetración genital, coito vaginal o anal, ha ultrajado a una persona contra su voluntad, por medio de la fuerza, el alcohol, las drogas, la intimidación, la presión psíquica o la autoridad, ultrajando su integridad física y mental.
Y aunque el violador no haya logrado “consumar” su execrable acto, ello no quita el carácter de violación a su conducta. Dicho en otras palabras, para la culminación de este delito no se requiere la eyaculación del violador.
Volviendo a Cataluña, diremos que, para consumar un golpe de estado, no se requiere una declaración que luego se suspende, que se proclama o que se firma, el golpe de estado ya ha sido dado con la aprobación de leyes inconstitucionales y con la violación de expresos mandatos judiciales, y el desconocimiento del marco legal vigente.
Tras la bravuconada impotente de Puigdemont, y las miradas cabizbajas de ese exponente del ADN superior más próximo a Alain Delon que a un “español”, llamado Oriol Junqueras, le tocó el turno a la oposición, y a la diputada y líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas.
Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos.
Arrimadas, se refirió (aunque sin valor) al GOLPE dado por Puigdemont, señalando que nadie en Europa ha reconocido los resultados del mal denominado “referéndum” y que Puigdemont y sus seguidores constituyen lo peor del nacionalismo, la antítesis del proyecto europeo.
Arrimadas, quien ha efectuado un discurso de tipo “político”, se ha mostrado partidaria de la realización de elecciones autonómicas, afirmando que "vamos a ganar cuando se pongan las urnas de verdad", pidiendo un proceso electoral transparente en el que no se pueda votar cuatro veces, para “recuperar una Cataluña nueva que supere treinta años de nacionalismo, donde las empresas quieran volver, sin corrupción, sin 3%, sin medios [de comunicación] que sólo escuchen a una parte”, afirmando que, si bien “hay que buscar el diálogo y el sentido común” primero hay que buscar la democracia".
Sin embargo, Arrimadas, quien ha hecho un buen discurso político denunciando el racismo, la xenofobia, el victimismo, la corrupción y el caos económico provocados por el golpismo catalán, ha mostrado reiteradamente sus pretensiones de ir a elecciones, cuanto antes, quizás porque cree que podrá convertirse en la futura Presidente de la Generalidad.
Miquel Iceta, del PSC.
A renglón seguido, tomó la palabra, Miquel Iceta, el representante del Partido Socialista de Cataluña (PSC) quien ha señalado que “desde el punto de vista (del PSC), las instituciones catalanas se situaron fuera de la ley el 6 y el 7 de septiembre”, tras un proceso electoral sin garantías.
Iceta ha afirmado que “el 38,47% no es el pueblo de Cataluña. Con este apoyo no se puede hacer lo que querían hacer. No puede acabar su mandato permitiendo que una minoría, por muy importante y respetable que sea, se imponga a la mayoría". Y se ha referido a la independencia afirmando (y refiriéndose a Puigdemont) que "no porque usted lo suspenda desde la tribuna, sino porque no se han cumplido los supuestos de la Ley del referéndum y la Ley de Transitoriedad, no estamos ante lo que usted ha dicho".
El vocero socialista, del mismo modo en que lo señalase Inés Arrimadas, se ha referido al éxodo de empresas catalanas y ha deseado que las medidas adoptadas por sus consejos directivos sean temporales, remarcando que "hemos estado generando una incertidumbre y una inseguridad que no nos podemos permitir".
Por su parte, el presidente del Partido Popular en Catalunya, Xavier García Albiol, ha insistido en que el estado de derecho no va a permitir la independencia de Catalunya, “ni una declaración de presente, ni por etapas, ni en diferido”.
El líder del Partit Socialista de Catalunya.
Albiol acusó a Puigdemont de llevar a cabo un golpe de estado, cerrando toda posibilidad al diálogo y ha expreado que. "La Cataluña olvidada por el nacionalismo ya no se calla".
Xavier García Albiol ha insistido en que el estado de derecho no va a permitir una Catalunya independiente, afirmando que el pensamiento único se ha acabado en Cataluña, ante un golpe de estado que pretende “derrocar al estado de derecho” mediante “un proceso pre revolucionario” y ha reconocido el trabajo de jueces y fiscales, en defensa de la ley.
La vocera de la CUP
Por su parte, la representante de la CUP, la fémina del desodorante, Anna Gabriel, ha mostrado su gran enfado con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, porque, a su juicio, cambió el plan para proclamar la Declaración de Independencia a última hora, afirmando que "no era este el pleno que quería la CUP… Nosotros no avalamos la suspensión de la declaración de independencia".
Rabell, exponente del sello podemita
El líder de CSQP (Catalunya Sí Que es Pot, marca podemita), Lluís Rabell, ha pedido abrir un espacio de negociación a todas las partes: “Es hora de entender que la valentía que necesita nuestra sociedad es la valentía del diálogo”. “Valentía hoy quiere decir diálogo”, ha insistido Rabell, en consonancia con la estrategia de apoyo al golpe de estado que los dirigentes podemitas han desplegado en las últimas semanas; estrategia que pretende socavar las bases constitucionales de la Nación Española, en un plan orquestado por Iglesias junto con Junqueras y otros dirigentes, en una reunión “secreta” organizada por el empresario comunista millonario.
Expuesto todo lo anterior, y a la luz de lo visto, de las declaraciones y de los hechos, cabe realizar las siguientes conclusiones:
- Los dirigentes y legisladores del PDCat, de Junts Pel Sí, de ERC y de las CUP han dado un golpe de estado;
- Los supuestos “disensos” o “disgustos” no constituyen sino una escenificación teatral para la opinión pública nacional e internacional¸ a efectos de mostrar una “actitud dialogante” y de obtener apoyos internacionales;
- En esa escenificación golpista han colaborado, activamente, los dirigentes de Podemos y los medios del duopolio televisivo de Rajoy y de Soraya, dirigentes, medios y asociaciones independentistas que deberían ser imputados por colaboración con la sedición;
- El Estado de derecho debe aplicar, en forma categórica, los artículos 155 de la Constitución Nacional, la ley de seguridad interior, intervenir los mosos de escuadra, deponer a sus mandos, recuperar las competencias de justicia, sanidad y educación, suspender la autonomía catalana, intervenir las televisiones que han apoyado el golpe de estado y D E T E N E R a todos los autores, cómplices e instigadores del golpe de estado.
- El Parlamento catalán debe ser disuelto, sus autoridades detenidas, los legisladores golpistas deben ser llevados ante la justicia, y el Estado debe asegurar el imperio de la ley en su territorio, que también es Cataluña.
- Todo lo demás será una pérdida de tiempo, una fantochada o, lo que tememos, una gran traición de los independentistas golpistas y de las autoridades del Gobierno Nacional que han sido elegidas para aplicar la ley.
Vivimos horas decisivas. LOS GOLPISTAS HAN FIRMADO UN DOCUMENTO QUE DECLARA LA INDEPENDENCIA, SOLICITA RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL Y DESINTEGRA AL ESTADO ESPAÑOL
El futuro es incierto y peligroso.
Tenemos la peor partidocracia europea representada por una derecha cobarde, por una izquierda revolucionaria, antinacional y totalitaria, por partidos independentistas golpistas y proterroristas y por una falta absoluta de legalidad institucional.
Estamos asistiendo a la violación de un ¿im–potente?, que no por ello deja de ser violación.
Y el máximo problema es que quienes deben protegernos, y aplicar la ley, están ausentes.
Los hombres libres e iguales dudan mientras procuran comprender este galimatías golpista.
Sin embargo, los enemigos de la democracia jamás deberían subestimar la capacidad de reacción de los ciudadanos en defensa de sus derechos.
El pueblo español demostró dignidad en 1808 cuando sus dirigentes claudicaron frente al invasor francés; el pueblo español demostró dignidad y valor en 1934 tras el golpe de estado dado por las izquierdas contra el Estado republicano, y el pueblo español demostrará su dignidad ante este golpe de estado. Y entonces serán los violados los que tomen las riendas para castigar a su violador.
Y llegará la hora de la justicia para los traidores, para los cobardes y para todos los violadores de la legalidad.
Comentarios
Publicar un comentario
Bienvenido a este espacio de reflexión y análisis sobre temas políticos, económicos y de política internacional.
Si lo desea, por favor, déjenos su comentario.