Podemos en contra de la libertad de prensa

En los últimos días, la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) ha denunciado una campaña de acoso de Podemos, en especial del "equipo directivo" encabezado por Pablo Iglesias y "personas próximas a ese círculo", contra un grupo de periodistas, que han presentado a la organización testimonios y pruebas documentales de las coacciones.

Según la denuncia, los periodistas afectados se sienten "acosados y presionados" cuando miembros de la formación están "en desacuerdo con sus informaciones".

Podemos, dentro de su lógica chequista, ha salido a negar los hechos, sin dar explicaciones o a atacar a periodistas, como el caso de Echenique (el argentino nacido en Rosario, beneficiado por la seguridad social española y que, pese a haber recibido atención sanitaria gratuita, no había pagado la seguridad social de su propio asistente personal, en una muestra de cómo entienden los beneficios de la seguridad social) quien ha optado por atribuir falsas declaraciones al periodista Federico Jiménez Losantos.

Echenique

Pablo Echenique, dirigente podemita, cantaor de la célebre "Chúpame la minga, Dominga, que vengo de Francia, chúpame la minga, Dominga, que tiene sustancia".



¿Pero a alguien puede extrañarle la conducta de estos sujetos?

Evidentemente, no; más conociendo los fundamentos ideológicos de rancio comunismo chequista que anida en estos sujetos, o tras las revelaciones periodísticas de quienes financiaron sus “fundaciones y centros de estudio”, o a quienes son sus aliados políticos y de quienes se consideran “amigos”, tal el caso de Otegi o del delincuente Bódalo, condenado por golpear a un edil socialista y que, entre otros logros “revolucionarios” había golpeado a una mujer embarazada.

De allí que coincidamos en lo expresado por Mario Vargas Llosa, en una reciente entrevista concedida al periódico ABC donde ha expresado que no ha conocido “nada semejante” a las amenazas que ha recibido la prensa española de parte de Podemos “salvo quizá los crímenes de ETA”.

España y sus ciudadanos deben defender la democracia, la transparencia y la libertad de prensa.

Un periodismo independiente y libre es garantía de nuestra libertad y de nuestros derechos.

Lo triste es que no sólo Podemos habría vulnerado esos derechos de informar con libertad. Los vulnera el Partido Popular al posibilitar la existencia de un duopolio televisivo con dominio de la izquierda. Y también lo ha hecho el PSOE con el llamado antenicidio, es decir, la adquisición y posterior desmantelamiento de la antigua Antena 3 Radio por parte de Prisa, en una operación que contravino todas las normas de competencia y que fue autorizada por un Consejo de Ministros presidido por Felipe González.

Y de esto, con nuestro voto, somos responsables todos.

 



Comunicado de APM ante el acoso de Podemos a periodistas




La APM considera totalmente incompatible con el sistema democrático que un partido, sea el que sea, trate de orientar y controlar el trabajo de los periodistas y limitar su independencia.










La Asociación de la Prensa de Madrid (APM) ha recibido una petición de amparo de un grupo de periodistas que se sienten acosados y presionados por el equipo directivo de Podemos, encabezado por Pablo Iglesias, así como por personas próximas a ese círculo.

Considerados los testimonios y las pruebas documentales aportados por estos periodistas, la APM exige a Podemos que deje de una vez por todas la campaña sistematizada de acoso personal y en redes que viene llevando a cabo contra profesionales de distintos medios, a los que amedrenta y amenaza cuando está en desacuerdo con sus informaciones.

Esta campaña ha sido denunciada por un grupo de informadores, que han aportado pruebas documentales y a los que la APM ha decidido amparar.

De acuerdo con esta denuncia, el acoso de miembros de Podemos se materializa de manera reiterada y desde hace más de un año en ataques a periodistas en sus propias tribunas, en reproches y alusiones personales en entrevistas, foros y actos públicos, o directamente en Twitter.

Estas presiones también se realizan de forma personal y privada con mensajes y llamadas intimidantes.

El acoso pretende minar la credibilidad y el prestigio de estos profesionales, sometidos en ocasiones a un bombardeo constante de mensajes que intentan descalificar o ridiculizar su trabajo y recortar su libertad de información.

La APM considera totalmente incompatible con el sistema democrático que un partido, sea el que sea, trate de orientar y controlar el trabajo de los periodistas y limitar su independencia.

La estrategia de acoso de Podemos vulnera de una manera muy grave los derechos constitucionales a la libertad de expresión y a la libertad de información y coarta el libre ejercicio del periodismo, que es imprescindible para preservar la salud de una sociedad democrática como la española.

Esta inaceptable campaña, que está creando un estado de miedo entre los periodistas, tiene como fin el de persuadirles de que les conviene escribir al dictado de Podemos, además de tratar de conducirlos hacia la autocensura.

La APM recuerda a Podemos que puede recurrir al derecho de rectificación cuando juzgue que una información incumple el necesario principio de veracidad, en lugar de atacar de forma inadmisible a su autor o al medio que la publica.

También es importante que todos los partidos sean conscientes de que la crítica respecto al comportamiento y las manifestaciones de quien ostenta un cargo público, aunque pueda molestar o herir, es legítima, de acuerdo a la jurisprudencia emanada del Tribunal Supremo.

La APM pide a los periodistas que resistan las presiones, vengan de donde vengan, en el convencimiento de que esta asociación les amparará siempre en la defensa de su derecho a la libertad de expresión y en su deber de ejercer la libertad de información.

También solicita a los medios que protejan y respalden a sus periodistas saliendo al paso de cualquier campaña que trate de impedir que los ciudadanos reciban información veraz, rigurosa, diligentemente contrastada y de interés público.

Solo una prensa independiente y sin miedo puede cumplir su misión fundamental de control del poder. Solo unos medios firmes en la defensa de la libertad de expresión pueden frenar las tentaciones de los poderosos de eludir la rendición de cuentas a la que están obligados en una democracia como la nuestra.

 

Madrid, 6 de marzo de 2017



 

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