Golpe al bipartidismo: desencanto y nacimiento de un nuevo FRENTE POPULAR

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A pocas horas de que se conociesen los resultados de las elecciones europeas, podemos formular algunas reflexiones a partir de los siguientes datos:

1)       El bipartidismo español ha recibido un fuerte varapalo, al perder 8 eurodiputados el Partido Popular y 9 escaños el PSOE respecto a las elecciones del 2009. Esto significa que, entre los dos partidos mayoritarios, han perdido 5 millones de votos en apenas 5 años;

2)     Por su parte, la Izquierda Plural ha crecido al pasar de dos a seis escaños y UPyD, pese a que Rosa Diez ha convertido a su partido en un feudo personal descartando la alianza con otras formaciones, como Ciudadanos o Vox, de 1 a 4.

3)      La izquierda antisistema, radical y mediática de Podemos ha sorprendido, colocándose como cuarta fuerza política al obtener 5 escaños.

4)     Ciudadanos, al margen de mantener su posición en Cataluña, ha logrado expandirse de la nada hacía toda la geografía nacional, obteniendo un excelente resultado a nivel nacional; resultado que le permitirá contar con dos eurodiputados, siendo representado por Javier Nart y por Juan Carlos Girauta;

5)     Como muestra de esta fragmentación política, España envíará a Europa la representación más diversa de los últimos años, con diez partidos políticos lo cual, no es de extrañar conforme la crisis política que atraviesa a nuestro país y el desencanto de millones de ciudadanos que no se sienten representados por el PP, el PSOE, IU o Convergencia.

6)     Vox, formación política con 4 meses de antigüedad y que, en su seno, incluyó muchos dirigentes y militantes que pertenecían al Partido Popular, se ha quedado a las puertas de obtener un diputado con 241.557 votos, un 1,56%.

7)     De todo lo anterior se desprende que las formaciones mayoritarias han tenido una caída superior a los 16 puntos porcentuales y unos 17 escaños menos. Mientras que, en el año 2009, la suma de los votos del PP y del PSOE fue de 12.812.161 votos, 80,9% de los sufragios escrutados; en el año 2014 esa suma se queda en 7.573.457, el 49,06% de los votos.

8)      Lo preocupante de estas elecciones ha sido el crecimiento de la extrema izquierda representada por el partido anti-sistema PODEMOS, del mediático Pablo Iglesias, que ha recogido 1.200.000 millones de votos y 5 diputados.

9)     IZQUIERDA PLURAL (integrada por IU, Iniciativa per Catalunya (ICV), Esquerra Unida i Alternativa, Anova-Irmandade Nacionalista, Espazo Ecosocialista Galego, Batzarre, Federación Los Verdes, OpcióVerda-Els Verds, GiraMadrid-Los Verdes, Construyendo la Izquierda-Alternativa Socialista y Etzkerreko Ekimena-Etorkizuna Iratzarri) ha superado 1,5 millones de votos, obteniendo 6 diputados.

10)   El partido ecologista Equo, integrado en Primavera Europea, obtiene con esta coalición 295.495 votos y obtiene 1 diputado.

11)     Los nacionalistas catalanes con la coalición "L'Esquerra pel Dret a Decidir" (ERC, Nova Esquerra Catalana y Catalunya Si) ha obtenido 2 diputados con 490.035 votos.

12)   Por último, Los Pueblos Deciden (EH Bildu), se ha hecho con 1 diputado y 325.000 votos.

13)    De ello se desprende que si sumamos todos los partidos que podríamos calificar como de extrema izquierda (Podemos, Izquierda Plural, EPDD, LPD y Primavera Europea) el resultado les daría más votos que el partido más votado en estas elecciones, el PP; pues laextrema izquierda ha recogido 4.023.182 votos y 15 diputados.

14)   Junto a esa izquierda perroflauta, nacida del 15M, de los restos del Partido Comunista, del ecologismo más extremo y de las posturas antisistema, es de destacar el resultado de los NAZIonalistas. Así CEU, la coalición formada por Convergencia Democrática de Catalunya, Unió Democràtica de Catalunya, el Partido Nacionalista Vasco, Coalición Canaria-Partido Nacionalista Canario (CC-PNC) y Compromiso por Galicia (CxG). se hace con 842.610 votos y 3 diputados.

¿Qué cabe esperar a la luz de estos resultados para las próximas elecciones municipales y autónomas?

Sin ánimo de ser exhaustivo, las perspectivas son las siguientes:

a)       El PARTIDO POPULAR – producto del maricomplejismo de Mariano – ha sufrido la peor hecatombe de las últimas décadas. Sin embargo, nada de ello parece preocuparle a Mariano, a Soraya o a Arriola. Por este camino, vacío de contenido político e ideológico, la derecha y la centroderecha española tenderá a la fragmentación y a la dispersión de sus votos en múltiples formaciones, con el peligro de perder todo su poder, dado el agravante de que no tendrá partido o coalición con la cual negociar;

b)       Al PSOE le espera el desafío de asimilar esta derrota y, de dar pasos democráticos que incentiven la renovación interna, para volver a constituirse en partido nacional, tras haberse convertido – en estas elecciones – en un partido andaluz y, a lo sumo, regionalista. El fracaso del trío Rubalcaba – Valenciano – Gómez ha sido histórico aunque, posiblemente, confíen en revertir estos malos resultados y reconquistar el poder perdido mediante alianzas con la izquierda más radical;

c)        La izquierda antisistema – ávida de poder y de protagonismo pese a su heterogeneidad ideológica y a su fingida repulsa hacia los centros de poder traidicionales – continuará bregando por captar a los votantes descontentos, a los jóvenes sin educación, a los sectores excluidos y a los más variados extremismos; para conformar un espacio político que le permita “pactar” con el PSOE y los nacionalismos radicales, a efectos de conformar un nuevo FRENTE POPULAR.

d)       Este nuevo Frente Popular – a semejanza del que, en el pasado, tanto daño causase a España y que desatase la guerra civil en 1934 – tenderá a confluir con otros extremismos de similar cuño en Europa o del cuño contrario, pues, aunque muchos piensen lo contrario, no hay tanta distancia entre la izquierda radical y el Frente Nacional de Marie Le Pen, más allá del odio recíproco que se tienen y del sesgo ideológico que darían a un hipotético gobierno. Tal como Europa ha vivido en los años 30 del pasado siglo, muchos ciudadanos han mostrado su descontento (ayer, respecto al europeísmo y a la integración) hacia la partitocracia mayoritaria y hacia una casta de burócratas asentados en Bruselas y en los gobiernos de países como España, Francia, Italia o Grecia.

En una Europa carente de valores compartidos, donde la desmemoria histórica y el relativismo cultural y moral han socavado los pilares básicos de la civilización occidental, las elecciones de ayer podrían marcar el inicio de una crisis política de envergadura que podría conducir a la ingobernabilidad de Europa y de sus estados miembros.

Europa está amenazada por los extremismos. Y del mismo modo en que, en su momento, Valentiniano no estuvo a la altura de las circunstancias para adoptar las medidas necesarias que preservasen al otrora Imperio Romano de Occidente, coadyuvando a su indefensión frente a los bárbaros, como al asesinar a su General Aecio; hoy corresponde a los demócratas y liberales conservar el espacio de libertad y el sueño de una Europa unida. Y, para ello, evidentemente, se requiere una regeneración del Partido Popular y de la centroderecha europea pues, de lo contrario, Europa se sumergirá en una fragmentación política y social que podría conducirnos a los mismos peligros del pasado y a sus trágicas consecuencias.

 

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