SOBRE EL ENGAÑO A QUE PUEDEN CONDUCIRNOS LOS DATOS DE LA ÚLTIMA EPA

Según los datos de la EPA, el paro ha caído en más de 200.000 personas, España ha bajado de los 6.000.000 de parados y, por ejemplo, la Comunidad de Madrid, registra un 20% de paro, varios dígitos inferiores a la media nacional, lo cual indica que el camino iniciado por los dirigentes de la Comunidad han adoptado políticas adecuadas para crear empleo.

El empleo puede reducirse porque:
a) La gente ha dejado de buscar empleo;
b) O porque ha encontrado empleo.

Si la masa de parados se ha reducido es porque, entre otras cosas, un tercio de los parados ha dejado de estar apuntado como “buscadores de empleo” en los registros de las Oficinas de Empleo. Y esto no es otra cosa que una brutal reducción del número de población activa, es decir, del número de personas que está buscando empleo.

Que el dato de la última EPA es positivo es indudable, pero no ha de llamarnos a engaños.

Aunque se ha generado empleo en el sector privado y ha aumentado el número de empleos (temporales, la mayoría de ellos), la mayoría del empleo creado es estacional, principalmente en Baleares, que aventaja a Madrid en la creación de empleo, sólo que con esas características.
Además, el ajuste en el sector privado parecería haber tocado fondo, aunque faltaría realizar un ajuste adicional en el sector público, a efectos de reducir el gasto público y la presión fiscal sobre el contribuyente.

La conclusión es que las cifras, aunque positivas, no han de generar en la casta política un efecto placebo que le impida realizar los ajustes necesarios que el sector público requiere: reducción de ayuntamientos y legisladores, supresión de organismos con competencias superpuestas, eliminación de impuestos distorsionadores de la actividad económica, supresión de los gastos de castas parasitarias en regímenes cuasifeudales en comunidades autónomas como Cataluña, cierre inmediato de medios audiovisuales estatales deficitarios, supresión total de subvenciones a medios de comunicación, ONGs pro separatistas o de imposición lingüística, absurdas “embajadas” de un “estado inexistente”, u otro tipo de gastos innecesarios.

En conclusión, y aunque el número de parados haya bajado a 5.977.500 personas y dicho descenso sería el mayor desde el año 2008, lo cierto es que el número de personas activas económicamente ha descendido en 76.100 personas, dejando el total de personas activas en 22.761.300.

Ello obedece a que muchas personas “desanimadas” en su búsqueda de empleo, han dejado de buscarlo y, a esto, debería sumarse el efecto de miles de personas inmigrantes que han retornado a sus países de origen, que muchos jóvenes no se han incorporado al mercado laboral para dedicarse al estudio y formación y que miles de graduados universitarios han marchado al extranjero para encontrar una salida laboral más acorde con sus intereses.

Por tanto, de acuerdo con las cifras de la última EPA, no todo lo que reluce es oro y si la casta política no lo comprende, España continuará hundiéndose en la crisis sin que asome ninguna luz en el horizonte.

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