Día de la Hispanidad, pitidos, alienación de la clase política y derrumbe de la economía española.

En la última sesión de control al gobierno, preguntado Zapatero por Mariano Rajoy respecto a porque el gobierno se ha cargado el Pacto de Toledo, el presidente volvió a una de sus aficiones diarias: mentir, mentir y mentir.

En la misma sesión, el ex ministro Corbacho, se jactó públicamente de duplicar las prestaciones por desempleo, cuando las mismas son cotizadas mensualmente por los propios trabajadores y por las empresas privadas; por lo que los ciudadanos nada deben a Corbacho, salvo su incompetencia, y la de su gobierno, por llevarnos a una situación con 5 millones de parados.

Mientras el presidente del des-gobierno español miente sobre las cifras de las pensiones, tal como otrora lo hiciere Felipe González al dejar tras su paso por la Moncloa un paro record en España y una “caja provisional” vacía; nuestro bien bienaventurado Presidente ha incrementado un 33% los fondos que el Ejecutivo destinará durante el 2011 para el Estudio Universitario de la Alianza de Civilizaciones, que contará con un presupuesto de 1,5 millones de euros.

Tras los tristes sucesos del pasado 12 de octubre – Día de la Hispanidad – cuando la lacra política que desgobierna España, alejada cada día más de los ciudadanos, dispuso la ubicación del público “a una distancia considerable” del palco oficial, se ha evidenciado un divorcio entre esa clase política y este gobierno que repudian los ciudadanos al grito de “ZAPATERO DIMISIÓN”.

Lo triste no ha sido que los ciudadanos, ubicados tan lejos de la bandera nacional y del sitio de la ofrenda, hayan silbado o pitado al Presidente; sino que un personaje separatista nazional -socialista, como Carmen Chacón, quiera, ahora, pactar un protocolo “con respeto” para la “Fiesta Nacional”; curiosa actitud de una persona que ha utilizado leyendas pro - Rubianes en una camiseta que cubría su cuerpo, o de quien nunca ha dicho nada de la quema de banderas españolas en Cataluña por parte de los socios de su partido en el Tripartito Catalán, o que tampoco se ha manifestado por la no celebración “oficial” del Día de la Hispanidad en Barcelona, por citar sólo algunos ejemplos.

España marcha a la deriva, y a la hecatombe económica, el gobierno contabiliza ingresos esperados en lugar de ingresos genuinos, con lo cual miente sobre la evolución futura de las cuentas públicas y, entretanto, el Banco de España ha informado que tanto las familias, como las empresas españoles, adeudaban en el pasado mes de junio a bancos, cajas y cooperativas de crédito, un 57% más de sus ingresos.

Dicho en otras palabras, España asiste a una desproporción entre deudas y ahorros y si, al cierre del pasado año, las deudas de las familias españolas superaban en un 35% a sus ahorros, en el primer trimestre del 2010 la cifra ascendió a casi un 37%, existiendo una diferencia de 650.000 millones de euros entre los créditos concedidos y los depósitos en el sistema financiero.

En este marco angustiante para las familias y empresas españolas, el Banco Central Europeo ha reclamado a España la asunción de medidas estructurales que le permitan corregir su déficit fiscal, a efectos de mejorar la competitividad de las empresas, incrementar la productividad y reducir los costes, para maximizar los beneficios y minimizar los costes. Esto, sin dudas, requerirá, flexibilizar el mercado laboral y la aprobación de un presupuesto estricto que contemple reformas estructurales en el sector público y en las empresas estatales, sean nacionales, de las autonomías o de las administraciones locales.

Empero, nada de ello parece hacer nuestra clase política ni el desgobierno socialista de Rodríguez Zapatero. Éste luce como un muñeco maldito presa de una enfermedad alienante que lo aleja día a día de la realidad. Encerrado en sus ensoñaciones más perversas, parece preocuparse por sus proyectos estrella: la alianza de civilizaciones, la ley de memoria histórica, la generalización del aborto y la destrucción de los valores occidentales y de la cultura hispana heredera de la tradición romano – católica. Con un proyecto de presupuesto completamente alejado de la realidad y con previsiones que, un año más, no se cumplirán, Zapatero continúa cortejando a los nacionalistas vascos para que éstos, chequera de por medio, le permitan conseguir la aprobación de su Proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2011; aún a costa de los 472 millones de euros que serán transferidos al gobierno de las Vascongadas rompiendo la Caja única de la seguridad social.

En otras latitudes, el bachiller Montilla continúa endeudando a la Generalidad Catalana (y, por ende, a sus ciudadanos) emitiendo deuda con un 8% de interés; el Alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, busca refinanciar sus deudas por obras megalómanas, por un importe de 254 millones de euros que vencen el próximo día 31 de diciembre; y, por el lado de las personas – a las que todos estos políticos deberían servir – nos acercaremos a un fin de año en que a más de 600.000 parados se les agotarán sus prestaciones contributivas.

Por tanto, el círculo vicioso de la economía y de la política española se cierra más y más. Presupuestos erráticos, caída del consumo, aumento del gasto público y de la presión tributaria tendiente a satisfacerlo, mayor endeudamiento externo, incremento de los intereses de la deuda, menor recaudación por mayor crisis – depresión, aumento del paro, menores aportes a la seguridad social, envejecimiento de la población, reducción de la tasa de natalidad, incremento del paro juvenil, pauperización de la clase media (motor del consumo y de toda recuperación económica), acentuación de las diferencias sociales, presión sobre la administración pública para que absorba empleo, e incluso posible “quiebra” de muchas administraciones públicas incapaces de pagar sus propios salarios. Este, y no otro, es el panorama que aguarda a España a poco de celebrar un nuevo Día de la Hispanidad.

Lamentablemente nada de esto preocupa a Zapatero y a sus secuaces: Rubalcaba, Pajin, Chacón, Bono, Blanco, Salgado, Moratinos, De la Vega, Aído y tantos otros inútiles y mediocres que el Presidente ha sabido conseguir.

Sin embargo, mientras hay vida hay esperanza. Y quizás, pronto, la vergüenza que los ciudadanos sienten sobre estos políticos y el rechazo que ellos les provocan, transforme su sensación de “asco” en un movimiento ciudadano que exija responsabilidades políticas, civiles y penales a quienes han traicionado su programa político, la Constitución Nacional y los valores que ella consagra y defiende.

Una España unida y que garantice los derechos y libertades de los ciudadanos, en plena igualdad, sea el lugar o región española en que residan, es posible.

Zapatero ha causado, y aún puede causar, mucho daño a España, quizás el mayor daño que jamás en toda su historia le causara gobernante alguno. Pero la sociedad civil tiene en sus manos la respuesta para que no lo consiga.

En ella anidan anticuerpos que transformarán ese rechazo y esa vergüenza en un movimiento social y/o político que exigirá un cambio total de lo hecho hasta aquí y que tanto dolor ha causado.

Que en un país como España, 5 millones de personas se encuentren en paro, que más de 1,5 millones de hogares no cuenten con ingreso alguno, que muchas personas deban subsistir de dádivas y de lo que encuentren en la basura, no es de recibo para una sociedad que supo ser una de las más desarrolladas del mundo.

Confiemos que el pasado 12 de Octubre nos sirva para reflexionar, para identificar a quienes son los auténticos enemigos de España y para unirnos en un proyecto común de ciudadanos, pacíficos y democráticos, pero con convicciones y principios claros, que consigan terminar con este régimen de terror que, sin dudas, no nos merecemos.

Comentarios

  1. La verdad es que así están las cosas. Pero expresadas con claridad, por mucho que nos duela admitirlo.

    Con tu permiso, tomo algunos de tus párrafos para convencer a mis "alienados" amigos de izquierdas: ¿por qué demonios no escuchan esRadio alguna vez para variar, por ejemplo? Les tengo que dar un baño dialéctico para espabilarlos.

    ¡Un saludo!

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  2. Muchas gracias por tus palabras. Lo importante es hacer pedagogía diariamente en un país que adolece, fundamentalmente, de humildad para reconocer equivocaciones. Y si un votante de "izquierdas" lo hizo en su momento por ideologismo, justo es que comiencen a reconocer que su error nos ha perjudicado a todos. Un saludo

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