Las mentiras de Zapatero.

MENTIR es una de las características discursivas de Zapatero. Y la exposición de hoy no podía ser la excepción.

Decir que "el mercado inmobiliario ha comenzado a recuperarse" es una falaz mentira a la luz de los datos macroeconómicos que muestran que no hay recuperación de un sector que tantos miles de empleos genera en el país.

Hablar del estatuto que él impulsó, y que ni siquiera los nacionalistas deseaban, como instrumento de convivencia refleja, cuanto menos, un desconocimiento absoluto del proceso de desigualdad jurídica en que sumirá a los millones de españoles que habitan en la región catalana y, pese a sus dichos y a las promesas de diálogo con la Generalidat catalana, lo cierto es que ha desatado un demonio que puede acabar con su carrera y aspiraciones de entronizarse en el poder.

MIENTE ZAPATERO al endilgar el origen de la crisis a la situación internacional, MIENTE al afirmar que estamos saliendo de la recesión y MIENTE al decir que ""nos hemos convertido en un país en el que se puede vivir a gusto".

EL MAYOR DILAPIDADOR DEL GASTO PÚBLICO ha afirmado que "hemos comenzado a crecer, débilmente, y para que no se detenga hay quedar estabilidad a los mercados cumpliendo con la reducción del déficit", y ha dicho que "tenemos que elaborar un crecimiento más sólido sin incrementar el gasto público y aplicar reformas que aumenten la productividad".

NI UNA COSA NI LA OTRA, ZAPATERO. El gasto público inútil y derrochador se ha incrementado hasta límites insospechados y el dispendio de las comunidades autónomas gobernadas por el PSOE y por los nazional socialistas separatistas no ha hecho otra cosa que conspirar contra cualquier recuperación económica posible.

DESGOBIERNO NACIONAL, administración autonómica, administración local, comarcas u otras denominaciones, conforman un elefantíasico estado que superpone funciones, detrae recursos de la iniciativa privada y frena cualquier iniciativa productiva y de crecimiento económico.

O acaso subvencionar embajadas catalanas en el exterior no es gasto público? O subvencionar a entidades "culturales" de los amiguetes del nacionalismo no es gasto público? O coartar la iniciativa privada imponiendo lenguas a sectores como el del cine no es generar burocracia y gasto público?

ZAPATERO MIENTE al afirmar que "somos la novena potencia científica mundial". España ha adoptado un modelo laicisista donde la educación ha pasado a ser un engranaje de la maquinaria ideológica del régimen de turno, con contenidos absurdos y consignas simplistas en materias tales como "Educación para la ciudadanía".
Los niños y jóvenes padecen las consecuencias de un sistema educativo que no premia la excelencia ni el esfuerzo individual, y donde el mérito académico pasa a un nivel inferior de los que merecen reconocimiento. En muchas regiones de España los niños no pueden aprender español, una lengua UNIVERSAL hablada por cientos de millones de personas de todo el mundo, aunque ello no le preocupe a Rodríguez Zapatero.
Y, lamentablemente, no hay excelencia, ni investigación científica de calidad, donde no hay libertad de enseñanza ni de pensamiento, y donde muchos investigadores han tenido que abandonar sus cátedras por temor o amenazas de los nazionalistas.

HA MENTIDO ZAPATERO al afirmar que su maltrecha reforma laboral ayudará a generar empleo. TODAS SUS MEDIDAS ECONÓMICAS HARÁN LO CONTRARIO.

Sólo a un necio se le ocurre aumentar el IVA (impuesto al consumo que afecta a las familias de menores ingresos) en tiempos de crisis. Y ni hablar de la tan mentada subida al impuesto de sociedades, o la presión que sufrirán las familias via incremento de las tasas de servicios. En un país que no produce la energía eléctrica que consume y donde, por caprichos gubernamentales, se apuestan por energías caras que no por ello son menos contaminantes, dificilmente contaremos con los medios para generar crecimiento económico.

El Presidente afirmó que "quiero prosperidad, empleo y políticas sociales". Naturalmente es lo que quieren todos los españoles y habitantes de España.

Pero, para ello, quizás, habría que comenzar eliminando ministerios y organismos inútiles, reducir el número de sus asesores personales, bajar el gasto público y el despilfarro (como el que generará la traducción a cuatro lenguas en el Senado), limitar el número de sueldos que personajes como Leyre Pajin cobran del erario público, suprimir embajadas que no representan al Estado español y que sólo sirven para colocar a los parientes, investigar via fiscalía el presunto patrimonio de funcionarios públicos que, en su declaración de renta, declaran ingresos con los que no podrían haber comprado ni un 3% de su patrimonio, etc, etc, etc.

En síntesis, en el debate de la Nación, se ha perdido una gran oportunidad para reconocer errores (horrores quedaría mejor) y dar un paso al costado. Hubiera sido una excelente oportunidad para que el Presidente de Gobierno pidiese perdón por su inutilidad a los millones de parados, a las víctimas del terrorismo, a los integrantes de las fuerzas armadas y de seguridad, a los exilados de su propia tierra, a los multados por el nazionalismo y a los niños y jóvenes que "sufren" las reformas educativas impulsadas por el gobierno.

También hubiera sido una ocasión inmejorable para pedir perdón por las miles de vidas que la nueva ley del aborto provocará en este país, o para pedir perdón a los médicos por colocarlos en una responsabilidad que no deberían asumir, o para pedir perdón a los agredidos, por los nazional separatistas, que celebraban el triunfo de la selección española de futbol, o para pedir perdón a aquellos que fueron detenidos sin orden judicial y con un despliegue de medios policiales típicos de un estado sin derechos ni justicia.

Nada de ello ha hecho Zapatero. Como Alicia, vive en el país de sus fantasías, mientras recibe las aclamaciones de su cohorte de aduladores y la repulsa de un país que ya ha comprendido que el tiempo del derroche y de la inutilidad ha tocado fin.

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