Curiosa estampa de la España de hoy.

Resulta curioso que, en un país desmembrado por regionalismos semifeudales y ciudadanos que reniegan de su propia nacionalidad, un ministro, como Sebastián, hable de la "marca España" y los ministros de ZP confien en el triunfo de la selección española para potenciar España y reactivar la economía.

En el año 2008 la selección española de futbol obtuvo la Eurocopa. Si analizamos la evolución de la economía española desde el 2008 a la actualidad, evidentemente, el triunfo deportivo sólo nos habría traído desempleo, crisis económica y la desigualdad de los españoles ante la ley, según la comunidad autónoma en que hayan tenido la suerte o la desgracia de nacer.

Desde el 2008, año en que salimos campeones de Europa, el paro se ha multiplicado, la deuda externa española ha alcanzado límites insospechados de inviabilidad económica, el gasto público inútil se ha multiplicado y la clase política ha entrado en una peligrosa vorágine de dispendio, mala administración de la cosa pública y leyes que invaden el terreno de lo privado para regular, según sus criterios, a la propia sociedad civil.

Los españoles pueden sentirse orgullosos de los triunfos de la selección española de futbol, o de los logros de Rafa Nadal, o de los españoles en la NBA, y mucho más. Pero nada de ello puede ocultar una falta de visión a mediano y largo plazo, ni un alegartamiento suicida frente a las erráticas políticas que viene aplicando la administración zapateril.

Cientos de miles de ciudadanos deberían bregar por la independencia del poder judicial, o por la igualdad de todos los españoles en el sistema educativo, o por el esclarecimiento del 11M, o por la persecución, juzgamiento y condena si procede de los miembros de ETA y de todos sus cómplices y colaboradores; o podrían exigir en las calles la destitución de funcionarios presuntamente corrompidos por el poder, o que hacen del culto a la muerte un discurso progresista, o de ministros más preocupados por congraciarse con regímenes dictatoriales que en defender los valores de occidente y los derechos humanos que esos regímenes "amigos" pisotean cada día.

Pero España es así. Mientras Zapatero que, años atrás, prometía una segunda legislatura de PLENO EMPLEO se ufana de los logros de la selección española, más de 5.000.000 de personas no tienen empleo y más de un millón han agotado sus prestaciones y subsidios; mientras Moratinos se reúne con representantes de la dictadura iraní, ese régimen amenaza a Occidente y se alía con todos los enemigos de la libertad; mientras Chacón, nacionalista catalana ministra de defensa??, habla de alianza de civilizaciones, casi 100 héroes españoles han muerto en Afganistán sin tener aún el debido reconocimiento por parte de España; y mientras los nazionalistas reparten dinero de todos los españoles abriendo embajadas en el exterior y subsidiando a quien les apetece a cambio de lanzas jíbaras, los españoles de Cataluña no pueden educar a sus hijos en la lengua materna, ni rotular con libertad sus comercios, ni ver el cine en el idioma que deseen para sus tiempos de ocio, ni escuchar las emisoras de radio que molestan al poder de turno, ni ser dueños de su libertad como ciudadanos.

Para concluir, curiosa estampa la de esta España orgullosa de sus triunfos deportivos pero ciega, sorda y muda ante la crisis que el actual desgobierno ha provocado, junto a sus aliados nacionalistas. Quizás faltaría un buen "bombo peronista" y el circo estaría completo. Eso si, con banderas y camisetas españolas para recibir a los victoriosos "gladiadores"  de la roja, pero sin banderas ni colores para enfrentar al desgobierno, la corrupción y la inequidad social que este gobierno, y sus aliados, están causando a todos los españoles.

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